UMBRAL DE RENTABILIDAD DIFERENCIAL
Muchas empresas conocen como calcular un umbral de rentabilidad o punto muerto. Consiste en dividir los costes fijos entre el margen bruto y, de este modo, se obtiene el nivel de producción a partir del cual obtenemos beneficios. Alcanzar dicho umbral supone igualar ingresos y gastos y dejar la cuenta de resultados a “cero”.
El problema viene cuando una empresa debe elegir entre distintas alternativas de producción a la hora de llevar a cabo una estrategia de expansión u otro tipo. La cuestión ante la que se encuentra la empresa consiste en saber qué alternativa puede ser la más adecuada, entendiendo como tal, aquella que le reporte más beneficios.
Para resolver dicha duda debemos basarnos en los cálculos obtenidos a través del mismo sistema de costes que nos permite calcular el margen bruto, el sistema de costes variable o direct costing.
Imaginemos que una empresa va a implantarse en un nuevo mercado y tiene cuatro alternativas de producción, desde asumir internamente todo el proceso con los costes que ello conlleva, hasta la subcontratación de la actividad por parte de una empresa externa. En medio, otras dos alternativas que combinan ambas opciones, pero cada una de ellas con mayor o menor nivel de subcontratación.
De esta manera, tenemos que los costes fijos y variables de cada una de ellas son los siguientes:
A: PRODUCCION PROPIA | B: ALTERNATIVA 1 | C: ALTERNATIVA 2 | D: SUBCONTRATACION | |
Precio | 10,00 € | 10,00 € | 10,00 € | 10,00 € |
Coste variable | 1,20 € | 2,50 € | 4,00 € | 7,00 € |
Margen Bruto | 8,80 € | 7,50 € | 6,00 € | 3,00 € |
COSTES FIJOS | 100.000,00 € | 80.000,00 € | 50.000,00 € | – € |
Umbral rentabilidad | 11.363,64 | 10.666,67 | 8.333,33 | 0,00 |
Como vemos tenemos los distintos niveles de producción a partir de los cuales resulta rentable cada una de ellas y, como es lógico, aquellas que tienen un peso mayor de costes variables y menos costes fijos, alcanzan el punto muerto o umbral de rentabilidad con un menor nivel de producción.
Pero seguimos teniendo la pregunta a resolver, y es a partir de qué nivel de producción interesa más una opción que otra. Para responder a dicha cuestión debemos calcular el umbral de rentabilidad diferencial entre cada par de opciones. Y, aquí, la empresa puede estudiar la comparativa entre el par de opciones que le interesen y realizar tantas comparativas como desee.
Para calcular dicho umbral diferencial, lo que debemos hacer es aplicar la fórmula del umbral de rentabilidad, pero con las diferencias entre las opciones a estudiar. Por ejemplo, si queremos comparar la alternativa A y D, debemos dividir la diferencia de costes fijos entre ambas alternativas entre la diferencia de margen bruto entre ambas.
De este modo, tenemos que la cantidad a partir de la cual resulta más rentable la alternativa A frente la D es la siguiente:
Umbral diferencial | |
A – D | 17.241,38 |
De este modo, la decisión a adoptar por la empresa estaría definida por los siguientes parámetros:
PRODUCCIÓN | OPCIÓN |
“0”y 11.363,64 | D |
11.363,64 y 17.241,38 | D |
> 17.241,380 | A |
Como vemos, la primera horquilla está formada por los umbrales de las dos opciones, siendo más rentable aquella opción que está por encima de su umbral porque todavía no hemos alcanzado el umbral de la segunda opción.
La segunda horquilla está formada por el umbral más alto de las dos opciones y el umbral diferencial. En este caso sigue interesando la opción que alcanza el umbral antes porque nos proporciona más beneficios.
Finalmente, la tercera horquilla está formada por la cantidad que supera el umbral diferencial. En este caso, pasa a ser más rentable la opción que alcanza el umbral de rentabilidad más tarde, es decir, aquella que tiene el umbral de rentabilidad más alto.
De esta forma podemos trabajar con los distintos pares de opciones que deseemos. A modo de ejemplo, entre los distintos pares de opciones:
Umbral diferencial | |
A – B | 15.384,62 |
A – D | 17.241,38 |
B – C | 20.000,00 |
C – D | 16.666,67 |