SISTEMA DE IMPUTACIÓN RACIONAL o CÓMO VALORAR LA SUBACTIVIDAD
El sistema de imputación racional de costes fijos es una variante del sistema de costes completo, que considera como costes de producción los costes variables más la parte de costes fijos que se corresponden con la actividad realmente trabajada.
Para ello es necesario definir un coeficiente de imputación racional (CIR) de costes fijos:
C.I.R. = Actividad Real / Actividad Normal
Como hemos comentado con anterioridad, los costes fijos son independientes de la actividad realizada mientras que los variables van unidos a esta. Este sistema de costes responde a la necesidad de imputar los costes fijos en la medida en que se ha aprovechado la capacidad productiva, de tal forma que la carga de costes fijos que se corresponde con la actividad ociosa o no aprovechada, se imputan directamente a la cuenta de resultados como un coste del periodo. Estos costes se recogen en la partida denominada “subactividad”, aunque también nos podemos encontrar con la situación inversa, y es que la empresa ha podido trabajar por encima de su capacidad normal, dando lugar a una reducción de costes en la cuenta de resultados a través de la “sobreactividad”.
Con este sistema de costes podemos analizar el impacto económico de la actividad ociosa, conociendo el margen de ganancia que tenemos incrementando la actividad.
Las dificultades que debemos solventar de cara a implantar este sistema de costes son:
- Definición de la unidad de obra.
- Cuantificación de la actividad normal y medición de la actividad real.
Las ventajas de este sistema de costes son:
1.- Evita que la estructura de costes fijos afecte al cálculo del coste completo de producción, al imputar únicamente los costes fijos correspondientes a la actividad trabajada.
2.- Es de especial relevancia en empresas cuyos costes fijos pueden ser muy altos y tienen variaciones en su actividad importantes: actividades estacionales como empresas hoteleras.
Los inconvenientes son:
1.- Para implantar dicho sistema es necesario determinar la actividad normal y llevar un control exhaustivo de la capacidad real trabajada por periodo. Por tanto, su implantación es mucho más costosa que la de otros métodos de coste.
Ejemplo:
CENTRO 1 | CENTRO 2 | CENTRO 3 | ||
Costes Indirectos Totales | 830.000,00 € | 724.000,00 € | 565.000,00 € | |
Fijos | 300.000,00 € | 300.000,00 € | 300.000,00 € | |
Variables | 530.000,00 € | 424.000,00 € | 265.000,00 € | |
Capacidad real | 1000 | 800 | 500 | |
Capacidad normal | 800 | 800 | 800 | |
Coeficiente Imputación (CIR) | 1,25 | 1 | 0,625 | |
Fijos imputables | 375.000,00 € | 300.000,00 € | 187.500,00 € | |
Sub-Sobre actividad | – 75.000,00 € | – € | 112.500,00 € | 37.500,00 € |
Costes Indirectos Imputables | 905.000,00 € | 724.000,00 € | 452.500,00 € |
Como podemos ver, cuando hay sobreactividad el CIR es > 1, mientras que si tenemos subactividad, el CIR es < 1.
A partir de ahí, multiplicando el CIR por los costes fijos totales de cada sección, obtenemos los costes fijos imputables al coste de producción.