SISTEMA DE COSTES ABC
A lo largo de la historia los entornos en los que se han movido las empresas han ido cambiando. Esto ha originado retos a los que ha habido que enfrentarse adaptándose a las nuevas circunstancias, y uno de los cambios ha sido el diseño y nuevos sistemas de cálculo y gestión de costes.
Cambios como los avances tecnológicos e incrementos de la productividad, reducción de existencias, mayor automatización de procesos y mayor control de los centros de costes para eliminar o reducir las actividades que no generan valor.
Estos cambios provocaron la necesidad de imputar los costes indirectos de una forma más razonable a la que se realiza en los sistemas de coste convencionales.
Así surgió la filosofía ABC (Activity Based Costs).
Con esta filosofía los costes indirectos se imputan a los productos a través de las actividades que los originan en vez de a través de las secciones o centros de coste, si bien éstas se definen como un primer paso para determinar las actividades realizadas.
El proceso para implantar un sistema de costes ABC es el siguiente:
- Dividir la empresa en centros de coste.
- Decidir los criterios a utilizar para localizar los costes indirectos en las secciones.
- Repartir los costes indirectos por secciones.
- Definir las actividades a desarrollar en cada centro de costes.
- Imputar los costes de cada sección a cada una de las actividades definidas en dicha sección.
- Definir los inductores de coste.
- Calcular el coste por inductor.
- Repartir los costes de las actividades a cada producto usando los inductores de coste.
Las ventajas del sistema de costes ABC son:
- Permite determinar de forma más precisa los costes.
- Aporta más información sobre los costes de las actividades que se realizan en la empresa, tanto si aportan o no valor.
- Ayuda a identificar productos, clientes u otros objetivos de coste no rentables.
- Permite conocer las causas de los costes.
- Se puede aplicar a todo tipo de organizaciones.
Los inconvenientes del sistema de costes ABC son:
- Se puede descartar lo bueno que tenían los sistemas de costes anteriores.
- Si se definen muchas actividades se puede complicar su implantación.
- Determinados costes de las secciones no productivas (administración, comercial, dirección….) son difíciles de imputar a las actividades y, con ello, a los productos.
Conclusiones:
- El ABC aporta una mayor precisión al cálculo de costes en lo que respecta a los costes indirectos.
- Es un sistema recomendable para empresas que trabajan con márgenes reducidos y tengan peso importante de los costes indirectos.
- Evolución histórica de los sistemas de costes directos hacia costes completos por secciones y finalmente hacia el ABC, a medida que la importancia de los costes indirectos ha crecido.
- Tiene como inconvenientes su complejidad, la definición de actividades y la elección de los inductores de coste.